Hace mucho que no escribo, si lo sé… A los que me leen, mil disculpas, esto de mudarse de país lleva tiempo de acomodarse.
Por lo pronto puedo decir que los irlandeses son de las personas más amables que he podido conocer. Un ejemplo, fue mi llegada al centro de Dublín, cargando un par de valijas. Tras bajarme del colectivo que me traía del aeropuerto y que el chofer me indicara como llegar a mi hotel, camino unos metros y me doy cuenta que me perdí (como me pasa siempre en estas cuadras circulares), en eso estoy cuando le pregunto a una joven señora como llegar a Harcourt Street, ella miro el mapa, donde estábamos y en eso me dice «Ah, yo voy en esa dirección puedo llevarte si quieres«, y yo le dije: «Are you sure?» (Estas segura?), y en eso cargamos mi pesada valija y mi otra valija en un escarabajo descapotable y tras dar unas vueltas me dejó en la puerta de mi hotel.. Guau, impensable en Buenos Aires, no lo digo por la cordialidad, sino, porque ni loca me subiría en el auto de un desconocido allá.
Tras pasar unas noches (bulliciosas) en el Russell Court Hotel, finalmente encontré una casa para compartir durante un mes, en un hermoso barrio, por la zona de Rathmines. En esos días de búsqueda de hogar volví a Nelly’s, a la Gallagher’s Boxty House – donde el mismísimo dueño se acercó a saludarme! -, también regresé por unas pintas de Guinness al lado del Cementerio de Glasnevin y conocí algunos nuevos lugares como 161 Café & Bistró (161 Upper Rahtmines Road), un hermoso café, pequeño, acogedor, donde disfruté un rico y espumoso capuchino. Descubrí ahí unas lindas botellas de vino, entre ellas un Malbec Argento que aún no probé.
Otra noche me di una vuelta por el Dandelion Bar (130 – 133 St Stephen’s Green West, Dublín 2) donde también, tomé sopa, comí un sándwich que estaba riquísimo y costó terminar, acompañado de una Guinness, por supuesto.
En mi búsqueda laboral, pasé por Fade St. Social (Fade Street, Dublín 2), un delicado, elegante y casual restaurante en el centro de Dublín, donde cocina una celebridad, Dylan McGrath, que debe ser algo así como el Pablo Massey dublinense… El lugar esta buenísimo, la atención excelente de todo el staff que cada 2×3 se acercaban llenarme el vaso de agua o a ver que estuviera todo bien. Como estaba en mis días de desintoxicación, bebiendo sólo líquidos, tomé una sopa que me sirvieron en unas simpáticas pavitas de hierro negro, la segunda me costó terminarla. La sopa era un gol. No es barato, entre los platos de sopa y una copa de Cabernet siciliano la cuenta fue €21,50 pero, la experiencia lo vale. Fade St. se lleva 4 Bracas y medio.
Ahora estoy sentada en Coffee Society (61 Ranelagh Road, Ranelagh), con Wifi que cada 20 minutos se renueva, me tomé dos cappuccino’s tall, muy buenos, el segundo acompañado de una Chocolate Chips Cookie que me liquidó. Hace mucho que no comía chocolate. Lo que sí, acá hay que pedir y luego te sentás en la mesa y es muy normal que un extraño te pida lugar para compartir la mesa aunque no haya intercambio social. Otra cosa impensada en Buenos Aires…
Por lo pronto… voy a ir cerrando este post, me queda 11% de batería, sigue haciendo mucho frio afuera (mucho mas del que esperaba) y todavía me queda ir al supermercado para proveerme de alimento.
Espero que no se hayan olvidado de mí por aquellas latitudes y espero sus comentarios, así me siento acompañada en esta travesía!
Salud! Sláinte! Ah! Y Felices Pascuas, atrasadas..
Braca
Muy buen post! se te sigue queriendo leer.
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Andre,
Muchas gracias por la lectura y el comentario! De a poco me voy acomodando… Salud!
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Que buena reseña Gaby, acorta las distancias!!!
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Andrea,
Gracias, gracias y gracias! Tu comentario también, Salud!!
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