Qué lindos recuerdos me trae escribir este post!! Mi primer visita a Dublín, a principios de mayo…. Qué lindos recuerdos, de esos que arrancan sonrisas, si si.
Mi última noche de mi primer estadía, por recomendación de un amable irlandés, fui a cenar en horario local – muy temprano para los argentinos – alrededor de las 7pm… Pero como debía despedirme como Dios manda, tenía que llenar primero mi estómago en vistas de una larga noche de pintas.
Así fue como me senté en un restaurante típico irlandés, en pleno Temple Bar (20-21 Temple Bar, Dublin 2) llamado Gallagher’s Boxty House, ya el nombre era simpático e invitaba a entrar… Este lugar te transporta desde el primer momento, mucha madera, chimenea en la entrada, lámparas hogareñas, mesas grandes (Para 6 o más, en las que te sentás, aunque la mesa ya esté ocupada, y más una viajera solitaria como yo), y algo que no puede faltar, gente linda, más que amable que te recibe, como si, literalmente fueras un invitado a su casa…
Me senté en una mesa que daba a la calle, buena ubicación y visual. Por suerte, al ser relativamente temprano, no tuve que esperar, aunque si observé que grupos más numerosos tuvieron que aguardar unos minutos más para hacerse de una mesa.
Martin, era mi camarero, otra joyita del lugar. Después de traerme una botella de agua (Parte del servicio) y el Menú, vi que los platos principales que les servían a los demás comensales eran muy abundantes, y pensé: exploto con un plato así, por lo que opté por ir degustando las Entradas y así conocer platos bien bien típicos.
Tienen una variada carta de Vinos Internacionales, Whiskeys, Aperitivos, etc., pero arranqué con mi bebida por excelencia en Irlanda, la Cerveza. Esta vez, media pinta de Murphy’s Irish Stout, buenísima. Y para comer, una Atlantic Seafood Chowder (Sopa de Mariscos del Atlántico con Pan Integral de Guinness) que era un manjar. Fui encargando unas Fresh Irish Oysters (Frescas Ostras Irlandesas), acorde al lema de este blog: Afuera se come lo que no se come en casa, también exquisitas, con vinagreta y siempre acompañadas de rodajas de pan bien casero.
Como dicen que en la variedad está el gusto, pedí una Murphy’s Red Ale para continuar con un típico plato local sugerido por Martin, el Traditional Spiced Beef (Carne Irlandesa con Especias, servida con Ensalada mixta, Pepinillos y Crema de Rábanos Picantes) que era una manteca y su acompañamiento tan aromático y delicioso, fueron suficientes para saciar mi hambre y curiosidad culinaria. No llegué al postre.
En definitiva creo que me terminé llenando como si hubiera pedido un sólo plato principal… Y a punto de repetir otra Murphy – Porque ojo, detalle no menor, en este lugar no hay Guinness Draught… Sí, aunque Ud. no lo crea. Martin – ya a esa altura Mi Martin – me dice ?Qué tal un Irish Coffee para repeler el frío? Imaginarán lo que tardé en decidir… Marche un Irish Coffee! y qué más puedo agregar… Panza llena, corazón contento, Irlanda me conquistaste. En el sistema de puntuación sugerido por una amiga, le doy 5 Bracas.
Lo genial de este lugar, no es sólo la ambientación (Ah, baños aprobados!), la variedad y lo tradicional del Menú (En 4 idiomas, carta de vinos y uno especial para niños), el excelente Servicio (los platos demoraron en llegar sólo lo que yo tardaba en ingerirlos y jamás tuve que andar cabeceando buscando a un camarero, tanto Martin como sus compañeros, desde la barra o la recepción, estaban atentísimos), la exquisitez de la Comida, fue todo el combo en sí, la suma de cada detalle, lo que destacan esta elección gastronómica irlandesa. Y no me olvido, mi cuenta no alcanzó los 30 euros, o sea… Más que recomendable.
Si tienen la dicha de estar en Dublín… Éste, es uno de esos lugares difíciles de encontrar que, te hacen sentir tan cómodo que no te dan ganas de irte porque generan la sensación de no ser sólo un cliente, sino más bien un huésped en la casa de los Gallagher’s.
Braca