Para los argentinos, con motivos o no, juntarse a comer, a tomar algo – aunque sea un café o té – es una ocasión de festejo, de celebración, de compartir ese momento con seres queridos unido al plus que brinda la comida (Y la música). Por ello cuando la comida no es buena (ni la música) ese instante puede llegar a ser casi catastrófico y en lugar de quedarnos con un lindo recuerdo, se transforma en una descarnada narración de lo que padecimos. Suena exagerado, puede ser, para mí es así.

Como estamos de despedidas, mis amigos musicales y yo, encontramos este motivo para juntarnos a cenar. Sin vueltas, quedamos en ir a be Frika (Junín 1350), lugar que habíamos consultado para diciembre, pero la fecha que queríamos estaban de evento y así terminamos aquella vez, en Pertutti padeciendo la noche.

Esta vez éramos menos en número. Martes previo a un feriado, por las dudas reservé para 7 a las 22hs. Caímos puntual, teníamos mesa arriba.

El lugar es grande, muy colorido, me recordó mucha a las películas norteamericanas. Con algunas mesas en la vereda, pisos de madera, enorme y psicodélico mural en la planta baja, mesas negras, cuadros estilizados, sillas naranjas, lámparas rojas con grandes borlas blancas. El primer piso, al cual se asciende por una hermosa escalera de madera, es muy similar sin mural, pero con grandes ventanas.

Estaba bastante fresco el ambiente, Flor es bastante friolenta y al rato ya estaba tapada con un poncho. Había un box ocupado y una mesa de 5 llena. Desconozco si ellos lo habrán pedido, pero un momento después apagaron el aire y abrieron las ventanas, lo que nosotros agradecimos profundamente.

Una camarera sumamente amable nos trajo los vivaces y divertidos menúes e individuales. Las divas son las hamburguesas gourmet – Cheeseburger, Moulin Rouge, Siciliana, Green Cooper, Frankie & Johnny y más – que vienen en medidas Be Bigger (210grs) y Tini (90grs). Una muy buena alternativa que brindan es que pueden combinarse varias Tini distintas, bien ahí. Más para elegir entre guarniciones, lasaña de verduras, ensaladas varias, un que otro plato casero, woks, fajitas, paninos, etc. Hay opciones vegetarianas también.

Cayeron Fabi y Caro que no habían podido estacionar el auto cerca. Para beber, pedimos una jarra de litro de cerveza para Mary, Pame y Yo, ya que los demás flojitos pidieron Ice Tea – bien por los conductores designados – de durazno y uno clásico. Naturales, claramente.

De entrada, marchamos a iniciativa de Mary, unas papas rejilla con queso cheddar gratinado, muy buenas. Creo que llegaron antes que las bebidas y se fueron tan rápido como la primera jarra de cerveza. La moza nos ofreció elegantemente otra, y sí, otra.

Algo destacable de be Frika era la Música, 70′ 80′ 90′ sonando a pleno durante toda la noche. Cómo suma cuando un lugar tiene buena música! 

Charla va, charla viene. Después de un rato de Clásicos – entre ellos la banda de mi vida, QUEEN con su impecable The Show Must Go On, esa voz es la única que puede hacerme olvidar del hambre -, llegó la comida. No me acuerdo quien pidió cual pero marchamos una Tini Moulin Rouge, una Tini Green Cooper, una Tini Frankie & Johnny, una Be Bigger Moulin Rouge, una Be Bigger Green Cooper, Fajitas de pollo y Wok de carne para mi. Además 3 porciones de papas rústicas y 1 de papas bastón.

Como suele pasar cuando se está con hambre, silencio en la mesa, mientras todos degustábamos nuestro platos. Todos felices. Mi wok, tal vez tenia un poquito mas de sal recomendada, pero creo que ayudo la salsa de soja que le agregué. Marchamos otra cerveza. Y en algún momento, un agua sin gas.

En un momento de la noche, nos quedamos solos y de vez en cuando la moza nos preguntaba si todo andaba bien. Si, sí. Después de que todos estemos satisfechos nos retiraron los platos.

Un poco de debate sobre los postres, Mary y yo, compartimos un Cheesecake, Caro, Fabi y Javi, o Javi y Fabi, Waffle con helado de dulce de leche, Pame, Flor y Caro, Volcán con helado, una con helado de frutilla y la otra de crema.. Se me mezclaron quién pidío qué, pero eso fue lo que pedimos para cerrar.

Apenas nos sentamos, Javi nos había mostrado su flamante caja de palitos chinos. ¿Se acuerdan de los palitos chinos? Muy divertidos! Y mientras teníamos el local para nosotros y preparaban los postres, despejamos la mesa central y se armó el partido. Ja! Claro, la edad nos delata y las mas mocosa del grupo, Flor, nunca había jugado – que juventud perdida – así que, la primer partida fue de prueba.

Volvimos a tirar y arrancamos. En algún momento comimos el postre. Yo picotee el volcán, solo un poquito. El Cheesecake no estaba mal pero estaba muy congelado. Punto flojo ahí.

Finalmente, Fabián se concentró con los palitos y nos pegó un baile a todos, que pulso ese muchacho! En el ínterin, preguntábamos cuando cerraban y faltaba un ratito (a las 2), así que pedimos la cuenta. Aceptan Club La Nación. El total, con el descuento del 20%, fue $564,24 más propina. Como nunca ando con efectivo, pagué con tarjeta el total y los chicos me dieron el cash. O sea, aceptan tarjetas, muy bien.

No fui al baño, pero las chicas me dijeron que estaba limpio y lindo. Otro punto a favor. 4 Bracas para be Frika, luego mis amigos comentaran si les parece justo.

Después de la derrota y consagración de Fabi en los Palitos Chinos, llenamos la encuesta que nos entregaron, bajamos las escaleras y nos retiramos. En la vereda seguimos charlando un rato mas y otros partieron para sus respectivos destinos, aunque sin hablar demasiado del motivo que nos congregó allí… Mejor, las despedidas no son lindas (salvo las de soltero).

Y yo, dado que al otro día no se trabaja, no pude resistir la tentación de pasar a visitar la Florería… Pero eso, se los cuento en otra ocasión. Lo amerita.

Braca

El pase de diapositivas requiere JavaScript.