Si hay algo que me di cuenta en este año y semanas que llevo en la city londinense, es que cada vez que me siento a comer en un restaurante de Tapas Españolas, me voy con la sensación de haber sido hurtada, ultrajada y estafada. Ojo! Soy anti-generalizaciones, pero ¿Puede ser que haya clavado con mucha mala suerte un 2 de 2?, ¿Un 100% de amarretabilidad en pos de la rentabilidad?

A las pruebas me remito… Y de estar equivocada, espero sus comentarios y sugerencias… (Por favor!!!!)

Una ex-compañera de trabajo, me había recomendado un lugar de comida española ubicado cerca de mi ex-Pub. Recuerdo que me indicó que en la misma calle (Old Brompton Road) habia 3, pero tenía que ir al que estaba en una de las veredas y no del lado de la vereda donde había 2, porque éstos eran más caros por haber recibido a estrellas locales como Hugh Grant. OK.

Con esas indicaciones, hace casi dos meses, andábamos una noche con Adam por la zona y recordé dichos comentarios. Entramos a Tendido Cero (174 Old Brompton Rd, SW5 0BA). Nos dijeron que tenían mesa, fuí al baño – Estrechas escaleras abajo, en bastante buenas condiciones – y cuando volví Adam ya estaba ubicado en una al lado de la barra.

Nos dieron las cartas de comidas y de vinos. La segunda, era casi absolutamente innacesible – al menos para nosotros – con precios desde £26 por media botella hasta £1300 por botellas de 3 Litros… Quedé bastante pasmada, por lo que optamos por la única opción de cerveza, Mahou. Nada tiene que hacer al lado de otras cervezas. Pero bueh!.

Luego de leer el menú de una página que se dividía en Tapas Frías y Tapas Calientes, pedimos tres, Galicean Octopus/Pulpo a la Gallega, Prawns in Garlic/Gambas al Ajillo y Artichokes/Alcachofas (Alcauciles) Crujientes…

Primero llego la cazuelita – Sí, uso diminutivo porque era una cazueLITA, no una cazuela – de Pulpo a la Gallega. ¿Rica? Hasta ahí. Al instante llegaron los Alcauciles, que no parecían alcauciles y aunque en la foto se vean rojos, eran de color negro y el sabor, a quemado. Comí dos y no pude más. Por último, llegaron las Gambas al Ajillos – eso sí, la comida salía rápido – en las cuales tenía depositada toda mi fe… Fe que se levantó y se fue cuando llegaron los 8 langostinos. En sabor, lo mejorcito.

De más esta decir, que después de esas tapas, nos dijimos, “pagamos y nos vamos”… Porque sí esperabamos salir con la panza llena, hubiéramos tenido que dejar mi sueldo de una semana, como mínimo.

Este lugar, resultó ser parte de una cadena (Cambio de Tercio Group), cuyos eslabones eran los otros dos restaurants ubicados en la vereda del frente que mi ex-compañera había mencionado, Cambio de Tercio, Capote y Toro, C. Tonic y uno más que tienen en Parsons Green, Tendido Cuatro. Lugares a los que, después de esta experiencia, no iré nunca.

Pedimos la cuenta que ascendió a £34,99… Si hago números, comparando con La Campana de Los Gallegos, donde comimos (hasta explotar) y bebimos 4 personas por menos plata, me largo a llorar.

Secándome las lágrimas de decepción, ahora paso al otro 50% de esta anécdota.

 

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El martes pasado, andábamos con Adam viendo departamentos para mudarnos… Todavía tengo mis dudas al respecto, pero esto en un blog de gastronomía, no de relaciones amorosas… Bueh! Cuestión, que ya habíamos caminado por una muy linda calle llamada Bermondsey Street en el lindo barrio de Southwark y Adam con hambre y yo sin haber desayunado, después de ver dos flats, dije “por favor, vamos a comer”. Era casi una súplica.

Así fue como terminamos en José (104 Bermondsey Street, SE1 3UB). Un muy lindo lugar, muy trendy, con barras pegadas a las ventanas y otra barra donde uno se puede sentar a comer frente a la cocina y ver al Cocinero en acción. Allí nos ubicaron y hasta ahí todo bien.

El baño, unisex, enorme, limpio y lindo. El menú, está escrito en dos pequeñas pizarras, por lo cual, como podrán adivinar no es muy amplio.

Despuñes de descartar las opciones menos elaboradas y que soy capaz de comer en casa… Yo opté por Boquerones de la Casa, SeaBream Jersey Potatoes/Besugo Papas Jersey y Croquetas, le pregunté a una de las chicas como eran y mucho no pude escuchar, pero me arriesgué. Adam sin saber muy bien que estaba pidiendo – a pesar de haberme consultado un par de veces -, pidió Marcona Almonds/Marcona Almendras, Chorizo + Fuet – Nunca supe que era Fuet – y Pan-Fried Hake + Garlic Sauce/Merluza Frita + Salsa de Ajo.

Como era de esperarse, la comida llegaba rápido. En cazueLITAS, también. Primero las Marcona Almendras, que eran almendras peladas con sal… Y los Boquerones en una salsa roja de aceite y ajo. Estaban buenos, mezquinos, pero ricos.

Ah! Para beber, nos ofrecieron de entrada agua complementary (de cortesía), que novedosamente es tirada de la misma forma que se sirve la cerveza. Y pedimos cervezas, la única opción – Alcoyana, Alcoyana! – Alhambra en copas de medias pintas. Fresca.

Al rato llegaron las 5 Croquetas, que para mí gusto estaban un poco desabridas y rellenas con unas bolitas negras que no pude identificar que era. Comí dos. Llegó la Merluza… Un fillet angosto con arvejas nadando en una salsa. Bien, pero nada del otro mundo.

Al rato, arribó el Besugo que fue de lo mejorcito. En la foto podran ver que ya le había hincado el diente antes de sacar la foto. Las papas Jersey, olvidables. Adam les recordó el pedido del Chorizo. A los minutos pusieron el plato con láminas de Chorizo y 3 de algo parecido al Salame cortado fino y tres galletitas.

Tomamos las cervezas y casi 2 botellas de agua de cortesía. Pedimos la cuenta… £44,60. Otra vez, recordé La Campana de los Gallegos… Por esa plata, en Barcelona, me hubieran tenido que llevar a las andas a dormir.

 

Mis preguntas son, ¿Qué onda los restaurantes de Tapas Españolas en Londres? ¿Por qué no honran sus orígenes? ¿Por qué no les enseñana a los ingleses como comer rico y abundante sin hipotecar el bolsillo? Acaso ¿Sólo han inmigrado a estas tierras por el vil metal?…

Yo me acuerdo del Gallego de La Campana y me imagino lo que diría si hubiera visto esos platos, lo minímo hubiera sido “Joder! Gi…..llas!

 

Entre los dos lugares llegan a 2 Bracas, y llegan a 2 porque me acuerdo que en la Facultad cuando estudiaba los Profesores tenían algo de respeto por los alumnos y al calificarlos en un examen no les ponían un 3 – cuando con 4 aprobabas -, les ponían un 2… Y no le ponían un 1 – aunque se lo merecieran -, les ponían (o ponen) un 2 para no hacerles pasar vergüenza…

 

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Braca