Hoy está diluviando, dado que no voy a salir de casa, me puse a recordar una visita y quiero compartirla con Uds. Llegado el caso que tengan la suerte de pasear por las calles de la maravillosa Amsterdam, espero recuerden este post.
Mayo de este año, estaba feliz de estar pisando nuevamente suelo holandés. Corresponde que avise, que tengo un especial cariño por este país: Netherlands, Holland, Países Bajos, Holanda… por lo que, seguramente se note en mi relato, ya que cuando algo me gusta mucho mucho, no lo puedo disimular.
Ultima noche de mi tercer visita a Amsterdam, una gran y hermosa amiga argentina radicada allá, conocedora de mi fascinación por las cervezas, me llevó a conocer de Zotte (Raamstraat 29). Cerquita del Apple Store, un bar discreto, donde la superficie del mismo no tiene ninguna correspondencia con el tamaño de la carta que ofrecen de éste néctar divino.
Es un bar pequeño, amable atención, buena música (Rock&Pop Internacional), plagado de extranjeros y locales, mucha madera, con mesas largas para compartir, y una muy buena barra, en la que lamentablemente no había ni un hueco para sentarnos. Pasamos derecho a la mesa. Lo que no estuvo mal, ya que más tarde cayeron amigas de mi amiga y estábamos más cómodas sentadas.
Aquí solo bebí. O sea, no voy a poder reseñar la comida, quedará para otra ocasión. Y que bien se bebe! Tienen 130 opciones de cervezas belgas. Sí, 130, y yo sólo probé 2. Y sí, voy a generalizar, todas son de gran calidad, los belgas saben mucho de cervezas. Las graduaciones alcohólicas parten de 4,5% (pocas, un par nomás) y después para arriba. Así que si no sos de buen beber, recomiendo moderación y llenar el estómago antes.
Bourgogne des Flandres Brune, fue la elegida para empezar, una flamenca morena de 5%, muy muy rica, poderosa y luego redoblé la apuesta con una Judas, rubia de 8,5%. Sin palabras. Mi amiga bebió una De Verboden Vrucht de 8,5%, frutal, mucho no le gustó y después repitió la flamenca, que si le había parecido buena elección.
Los precios van de 4 euros y más, por botellita. Detalle: cada cerveza se sirve con su correspondiente copa, para cada cerveza tienen un vaso/copa/balón diferente, muy divertido!
Lo lindo de este lugar también fue que en un momento, salimos a despuntar el vicio fuera del local, y mi amiga me dice: «dejemos las cosas acá«. Estando en la vereda – siendo argentina y viviendo en Buenos Aires – no podía dejar de relojear de vez en cuando si nuestras pertenencias estaban en donde las habíamos dejado. Y si, ahí estaban. 3 Bracas para este espacio.
Voy a regresar, me quedan por probar 128 todavía… Y si vos andas por allá y vas, no dejes de contarme que te pareció!
Braca