El pasado agosto me invitaron a conocer los acantilados blancos de Dover, uno de los destinos turísticos más populares de Inglaterra, que como tantos otros, hacía tiempo tenía en mi lista de pendientes.
Temprano partimos para el condado de Kent, ubicado en el sudeste inglés. Dover, desde Londres se encuentra a una hora y media, en auto y sin tráfico. Ese domingo, alrededor de las 9:20 am estábamos pasando por el Castillo de Bodiam. Dejamos el auto en el estacionamiento de lo que es el National Trust, la organización a cargo de la conservación de Lugares Históricos y Belleza Natural y nos entregaron un mapa con los recorridos posibles. Al final, hicimos casi todo el paseo, salvo la Fan Bay Deep Shelter, un túnel construido entre 1940 y 1941, durante la acción de la Segunda Guerra Mundial. Me quedé con las ganas, más aún siendo una apasionada de la historia bélica, pero ya nos implicaba demasiado tiempo y teníamos otros destinos en el plan. Otra vez será.
Caminamos más de una hora, pasando al borde de los acantilados, hasta unos minutos antes de las 11:00 am, cuando llegamos al Salón de Té de la Sra. Knotts (South Foreland Lighthouse, St Margaret’s Bay, St Margaret’s at Cliffe, CT15 6HP). Una joya que no me esperaba. Primero, porque era el momento ideal ya que sólo habíamos tomado un café y unos mates en el camino y ya teníamos hambre. Segundo, ¡éste lugar abría a las once!. Tercero, porque había un viento que te volaba todas las chapas, como era de esperarse, por lo que nos venía genial como refugio. Y cuarto, era una oportunidad única de experimentar la típica ceremonia inglesa del té de la tarde, aunque fuera la mañana.
Por mi parte, como sólo bebo té cuando estoy enferma, me pedí café y él me acompañó en ésa con un Cream Tea, que consiste en una efusión a elección y un scon, con Clotted Cream y Jam para untar. Aquí un debate divide la nación, entre los que untan las mitades de los scons primero con crema y después la jam y los que untan primero la jam y luego la crema arriba. Cosas de ingleses.
Para comer, yo opté por la Torta de Limón Victoriana, que me recordó a la que hace mi Mamá, sólo que en ésta, el glaceado tenía pedazos de cáscara de limón. Todo estaba riquísimo. Sin embargo, lo mejor de todo, era estar sentados en esa casita del Faro, al lado de los acantilados blancos tiza, escuchando discos de pasta. Lacuentafue £10.80. 4 Bracas para la Sra. Knotts.
Más inglés que esto, probablemente sea tomar el Afternoon Tea con la Reina Elizabeth II.
Cheers!
Algo Sibarita